LOYOLITA
  MANUEL BELGRANO
 


 
Manuel Belgrano

 

 Por Marianela Moreno / Abogado, periodista, economista, vocal de la junta, diplomático y militar.Todo eso fue Manuel Belgrano al servicio de un país más justo e independiente.

 

El 3 de junio de 1770 nació en Buenos Aires Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, cuarto de los trece hijos del italiano Domingo Belgrano Peri y Maria Josefa Caseros. Su padre quiso que hiciera la escuela primaria en el Convento de Santo Domingo; a los doce años paso al Real Colegio de San Carlos, donde completo sus estudios secundarios. Viajo entonces a España, para inscribirse en la Universidad de Salamanca.

 

Abogado:

En España en 1786 comenzó a estudiar abogacía. Mientras estaba en Europa, estallo la Revolución Francesa y Belgrano adopto sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad.


Secretario del consulado:

En 1793, ya abogado, volvió a Buenos Aires, como Secretario del Consulado, para fomentar la actividad económica. Enfrento a los negociantes monopolistas, suprimió impuestos, fomentó la navegación fluvial y creo las escuelas de Náuticas, Matemática y Dibujo.

 

Entre 1806 y 1810:

En 1806, integraba las milicias urbanas de Buenos Aires y aunque no le interesaba ser militar, sus compañeros lo eligieron capitán y lucho en la defensa durante la Primera Invasión Inglesa. En la Segunda Invasión, combatió a las órdenes de Santiago de Liniers. En 1810 fue vocal de la Primera Junta y pronto lo pusieron al mando de las tropas que partieron al Paraguay. Estaba preparado para cargos políticos y tenia poca experiencia militar, pero acepto para que no lo acusaran de cobardía o de preferir quedarse cómodo detrás de un escritorio.

 

Tiempos de luchas:

Sin formación ni vocación militar, el abogado Belgrano debió pasar varios años encabezando difíciles misiones de guerra.

El gobierno de Paraguay no acepto a la junta porteña y entre 1810 y 1811 Belgrano debió dirigir una expedición militar para someterlo. El ejército, mal armado y no entrenado, triunfo en Campichuelo pero fue derrotado en Paraguari y Tacuari. Hubo un acuerdo con el líder local Manuel Cabañas y Belgrano se retiro, pero los paraguayos echaron al gobernador español y proclamaron su independencia nacional.

 

Creación de la bandera:

Para Belgrano, que soñaba con un país libre, una bandera propia fortalecería la identidad de las fuerzas patriotas.

A fines de 1811, las tropas realistas que permanecían en Montevideo necesitaban alimentos y el gobernador, autorizo saqueos contra los pueblos costeros de los ríos Paraná y Uruguay. Para proteger la zona, el Primer Triunvirato ordeno a Belgrano que partiera a Rosario y allí construyera dos baterías.

 

La partida:

La marcha comenzó el 24 de enero de 1812. Pero antes de partir, Belgrano se había preocupado de un asunto muy importante, exigió y logro que el gobierno pagara los sueldos atrasados a sus subordinados. Por su parte, el renuncio a mitad de su propio salario y explico que si aceptaba el resto era porque lo necesitaba para vivir. Como el mismo aclaro, “MUCHO ME FALTA PARA SER EL PADRE DE LA PATRIA, ME CONFORMO CON SER UN BUENO HIJO DE ELLA”.

 

La escarapela:

El 10 de febrero, llegaron a rosario y comenzaron a construir las dos baterías, una a orillas del Paraná y otra en una isla cercana. Belgrano los bautizo Libertad e Independencia. Sus hombres seguían usando como divisas las cintas rojas del ejercito español, y para motivarlos y unirlos, logro que el 18 de ese mes el triunvirato autorizara remplazarlas por la “ESCARAPELA NACIONAL DE LAS PROVINCIAS UNIDAS”, celeste y blanca.

 

La Bandera nacional:

Después de lograr la aprobación de la Escarapela Nacional de las Provincias Unidas, Manuel Belgrano fue más allá y creó la bandera azul y blanca.

El 27 de febrero de 1812, Belgrano inauguro las baterías. A las seis y media de la tarde y ante un pequeño grupo de pobladores, hizo formar a la tropa junto a la barranca del río y enarbolo una bandera con los colores de la Escarapela que ya usaban sus hombres.

Los soldados gritaron “¡VIVA LA PATRIA!” y juraron luchar por la independencia americana. Pero al enterarse, el Triunvirato lo desautorizo a Belgrano.

 

Mientras estaba en Tucumán, Manuel Belgrano conoció a una hermosa joven, Dolores Helguero, con quien tuvo una hija, Manuela Mónica.

La pareja no pudo casarse porque Belgrano debió abandonar Tucumán para seguir luchando, y Dolores fue obligada a contraer matrimonio con otro hombre.

Antes de morir, Belgrano le pidió a su hermano Domingo que pague todas sus deudas “LO QUE SOBRE DE DINERO SEA PARA MI HIJA QUE VIVE EN TUCUMAN”. A los seis años Manuela se traslado a Buenos Aires donde una hermana del padre de Belgrano, Juana, se encargo de criarla.

 

Los últimos años:

Después de muchas dificultades al frente del Ejercito del Norte y muy enfermo, volvió a Bs.As. Donde murió casi solo y en la pobreza.

El gobierno daba todo su apoyo al Ejercito de los Andes que San Martín formaba en Mendoza, y el Ejercito del Norte solo tenia 2400 hombres mal armados y hambrientos, a los cuales Belgrano atendió pidiendo préstamos.

 

Muerte:

Al empeorar su salud, quiso volver a Buenos Aires, pero no podía pagar el viaje por que el gobierno le debía muchos sueldos atrasados. Lo hizo gracias a que su amigo Calendonio Balbín le presto dinero y su medico John Redhead. Murió el 20 de junio de 1890. Ignorado por las autoridades. Como no tenia dinero para pagarle, Belgrano le entrego al doctor Redhead, su medico personal su reloj.

 

 

 
 
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